jueves, 3 de octubre de 2013

Habilidades sociales

Las habilidades sociales forman parte de la inteligencia emocional, que el psicólogo y periodista Daniel Goleman tanto ha divulgado con sus libros, y hacen referencia a la capacidad de relacionarse adecuadamente con los demás. La orientación al cliente, la empatía, la negociación y el trabajo en equipo son algunas de ellas.


Las empresas cada vez las valoran más y no sólo entre los profesionales que tienen en plantilla sino que también las tienen muy en cuenta a la hora de seleccionar personal. Su importancia es tal que pueden marcar la diferencia a la hora de conseguir un empleo. Ante currículums similares, las habilidades sociales suelen decantar la balanza hacia aquellos candidatos que destacan por «destrezas» como la mano izquierda o el control emocional.



Estas habilidades son inherentes a cada individuo y se pueden aprender, entrenar y perfeccionar,

Existen multitud de cursos tanto en internet, como en otros ambitos en los que podeis aprenderlas







Las características de la llamada inteligencia emocional son: la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás. El grado de dominio que alcance una persona sobre estas habilidades resulta decisivo para determinar el motivo por el cual ciertos individuos prosperan en la vida mientras que otros, con un nivel intelectual similar, acaban en un callejón sin salida.



 Cuatro son las habilidades que más suelen valorar las empresas. En primer lugar, figura la capacidad de comunicación, en la que se incluye convencer, escuchar, persuadir, exponer las ideas de forma clara o formular las preguntas adecuadas en cada caso para conseguir toda la información que se necesita para conocer o resolver un asunto.



La flexibilidad se sitúa en el segundo puesto y ha ido ganando posiciones durante los últimos años, debido al creciente clima de incertidumbre económica en el que nos movemos. Así, el trabajador tiene que tener una mente abierta y adaptarse a cualquier cambio y situación complicada que se pueda producir en la empresa por las nuevas «exigencias del guión», que cada vez son mayores en el actual entorno de constante cambio.



La habilidad para entender las necesidades y los sentimientos de los demás, más conocida como empatía, es la tercera del ranking. Esta destreza consiste en ponerse en el lugar del otro y responder de forma correcta a sus necesidades emocionales. Al entender las motivaciones de los demás, uno se puede adaptar mejor a sus intereses.



La última habilidad solicitada es la capacidad de trabajar en equipo. No hay que olvidar que las empresas exitosas son la suma de varios grupos de personas que cooperan y colaboran juntas solventando, cada una desde su parcela de conocimiento, cualquier tipo de problemas que se les puedan plantear.

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